Hoy tenemos el placer de charlar con Iago Vázquez Picallo, una figura ligada a la Semana Santa de Ferrol que nos abre las puertas de su pasión y su visión sobre esta tradición tan arraigada. ¡Bienvenido, Iago!
1. Para comenzar, por favor, preséntese con su nombre completo.
¡Hola a todos! Mi nombre es Iago Vázquez Picallo, un placer estar aquí y poder compartir un poco de mi mundo con vosotros.
2. Iago, cuéntanos, ¿a qué hermandades o cofradías pertenece actualmente? Y si no es indiscreción, ¿ocupa o ha ocupado algún cargo relevante en ellas?
Pues mira, soy Cofrade de Misericordia y Dolores de Ferrol, y específicamente, formo parte del Tercio de San Juan Evangelista. Más allá de mi pertenencia a estas hermandades, tengo que confesar que mi principal devoción, por encima de todo, es San Juan de mi querida Ferrol.
Pero no puedo dejar de mencionar que los vecinos de la calle Pureza en Sevilla me transmiten algo verdaderamente especial. Y fíjate, desde hace más de 20 años, he cultivado una gran devoción por el Santísimo Cristo de las Tres Caídas de San Fernando, en la barriada de la Bazán. Me siento muy unido a ellos.
3. Entrando en el fascinante mundo de la música cofrade, si tuviera que elegir una banda, ¿cuál sería y por qué? Es una pregunta difícil, ¿verdad?
¡Uff, difícil, sí! Cualquiera que esté inmerso en este mundo de la música cofrade no puede pasar por alto a día de hoy a bandas como Las Cigarreras o Pasión de Linares. Son auténticos referentes en cuanto a interpretación y calidad musical. Pero, si tengo que mojarme y elegir una que me atrae especialmente en este último tiempo, te diría que Rosario de Cádiz. Es, probablemente, la que más escucho actualmente. Su sonido me cautiva.
Sin duda. Por todos los momentos que he vivido con ella, 'La Pasión en Calle Pureza' es una marcha que, solo con escucharla, me transporta y me genera un sentimiento muy especial. Es como un himno personal. Pero si hablamos de la que más me conmueve profundamente, esa sería 'Siempre la Esperanza'. Tiene una capacidad única para tocarme el alma.
5. De todos los momentos inolvidables que seguramente ha vivido en la Semana Santa, ¿cuál considera el más único o que le haya marcado de forma especial? ¿Podría describírnoslo brevemente?
Hay un momento que se me viene a la mente de inmediato y que valoro muchísimo por todo el esfuerzo que conllevó. Fue cuando, finalmente, logré poner una banda bajo mi dirección tras mi devoción principal en la mañana de Viernes Santo en Ferrol. Fue un proyecto que implicó meses de trabajo, dedicación y mucha ilusión para que todo saliera perfecto en la calle. Y creo sinceramente que así fue. Ver el fruto de tanto esfuerzo en ese momento... ¡Fue algo inigualable!
6. Si tuviera la oportunidad de cambiar algo de la Semana Santa, ya sea un pequeño detalle o una tradición, ¿qué sería y por qué?
Más que cambiar algo específico, lo que me gustaría es que todo fuera más objetivo y democrático, y que los egos personales no tuvieran cabida en las personas a las que se les encomienda guiar el futuro de nuestra tradición. Desafortunadamente, esto hace que la Semana Santa pierda parte de su magia y genera un cierto desapego en mucha gente. Por lo demás, creo que la Semana Santa en sí misma es perfecta, con sus virtudes y sus defectos.
7. Hablemos del Museo de la Semana Santa. ¿Cuál es su opinión al respecto?
A ver, la idea del museo fue buena en su concepción, un proyecto ambicioso. Sin embargo, creo que en algo fallamos los ferrolanos. Quizás nuestra Semana Santa no posee el potencial patrimonial que creíamos para sostener un museo de esa magnitud, y eso nos obliga a mirar hacia adentro y hacer un análisis crítico honesto. Hay que repensarlo.
8. En su opinión, ¿cree que la Semana Santa está evolucionando en la dirección correcta o hay aspectos que le preocupan en esta evolución?
La Semana Santa, como todo en la vida, evoluciona con los tiempos, y eso es algo que no se puede frenar, es ley de vida. La juventud, que es el futuro, la llevará a donde ellos consideren que debe estar. Si no logramos arraigarla en las nuevas generaciones, esta herencia cultural se perderá. Es fundamental adaptarse sin perder la esencia.
9. Para finalizar, ¿cuál cree que es el mayor desafío al que se enfrenta la Semana Santa hoy en día?
Para mí, el mayor desafío es la transparencia social. Vivimos en un mundo donde la información es vital. Cuando no se llega al ciudadano, cuando no se informa con veracidad y no se ponen los medios adecuados para divulgar y acercar nuestras hermandades, la Semana Santa va perdiendo peso. Se ha notado una gran caída de ilusión en la ciudad en los últimos 10 años, y creo que la falta de comunicación y transparencia tiene mucho que ver.
10. Y para concluir nuestra charla, Iago, ¿con qué momento o sensación se queda de la Semana Santa 2025, y qué desearía o esperaría para la Semana Santa de 2026?
¡Qué pregunta tan bonita para cerrar! Mi gran momento de la Semana Santa pasada creo que lo viví en Olvera, Cádiz. No solo porque mi Agrupación Musical Ntra. Sra. del Carmen realizó una estación de penitencia musicalmente impecable, sino porque en la retirada, pudimos crear un momento mágico a los sones de 'Caridad del Guadalquivir', interpretada junto a la cantaora La Perlita. Creo que se consiguió algo realmente bello entre la Hermandad, la banda y la voz. Y, cómo no, también disfruto muchísimo escuchando 'El Galileo' con San Pablo a Virgen de los Reyes, 'La Madrugá', mi Domingo de Ramos de nazareno en Ferrol… La verdad es que, más que un único momento, me quedo con toda esta Semana Santa en su conjunto; fue bastante especial. Ya tenía buenas vibraciones desde el 'Sones Marineros' que hicimos junto a la Brilat y la Unidad de Música de Infantería de Marina; desde ahí supe que iba a disfrutar de un gran año.
Para 2026, dado que nuestra formación cumple su décimo aniversario, me gustaría que salieran adelante grandes proyectos durante el año y que se cerrara el círculo volviendo a traer nuestros sones a la ciudad que nos vio crecer. Volver a Ferrol sería mi gran sueño para la Semana Santa 2026, pero eso ya no está en mi mano, es algo que escapa a mi control. Si el de arriba así lo quiere, así será. Yo, por mi parte, trabajo cada día para, si llega la oportunidad, estar al mejor nivel y poder disfrutar por las calles de nuestra urbe naval.
Y aprovecho para agradecerte de corazón tu labor. No te canses de ella, pues las personas que hacen este trabajo son las que tienen el poder de revitalizar nuestra Semana Santa. ¡Felicidades por la iniciativa!
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