La Joya Oculta de la Semana Santa Gaditana: Desvelando la Virgen del Amparo


La venerada imagen de Nuestra Madre y Señora, María Santísima del Amparo, titular de la Hermandad gaditana "Paz y Amparo", esconde tras su belleza sevillana un sinfín de historias y enigmas que la convierten en una de las tallas más singulares de la Semana Santa gaditana. Conocida cariñosamente como "La Guapa de Cádiz", esta Dolorosa de pino de Flandes, bendecida el 14 de marzo de 1948, celebra anualmente su triduo del 29 al 31 de octubre, culminando con su Función Solemne el 1 de noviembre, y su tradicional besamanos, acompañado del pregón en su honor, un acto pionero en la ciudad.

Orígenes Enigmáticos y Manos Centenarias

A pesar de su relativa modernidad, el verdadero autor de la Virgen del Amparo sigue siendo una incógnita. Documentos de la época sugieren la intermediación de un marchante de arte, D. Rafael Peris, con un escultor valenciano, cuyo rastro no ha podido ser descifrado por historiadores y hermanos a lo largo de los años. Sin embargo, lo que sí se conoce con certeza es que la Junta de Gobierno de la Hermandad, dio instrucciones precisas: la imagen debía nacer a partir de unas manos del siglo XVIII, propiedad del fundador D. Emilio Bartús Loreto, y seguir el canon de las Dolorosas sevillanas, inspirándose en tallas como Ntra. Sra. del Valle o Ntra. Sra. de la Presentación.



Un Nacimiento Marcado por la Historia de Cádiz

La adquisición de esta imagen mariana surgió de la necesidad de la joven Hermandad de contar con una Dolorosa propia. Tras un intento fallido de obtener la "Nuestra Señora del Calvario" de la Parroquia de San José, la Hermandad decidió encargar una nueva talla. Este encargo no fue casual, sino que conmemoraba dos hechos trascendentales para Cádiz en 1947: la alegría por la coronación de la Patrona, la Virgen del Rosario, y la profunda tristeza por la devastadora Explosión de 1947. La Virgen del Amparo nacería así como un consuelo para las familias gaditanas, financiada por una suscripción popular entre el barrio y los hermanos, que recaudó 1900 pesetas.



El "Milagroso" Nombramiento

Incluso la elección de la advocación de la Santísima Virgen está rodeada de una entrañable anécdota. El día de la Coronación de la Patrona de Cádiz, en la Plaza de San Agustín, el joven Miguel García, hijo del entonces fiscal de la Hermandad, sacó de una pequeña bolsa el papel con la que sería la milagrosa advocación del "Amparo", entre otras opciones como Dulce Nombre, Refugio, Socorro y Consuelo.



Restauraciones y Tradiciones Arraigadas

A lo largo de su historia, la imagen ha sido objeto de importantes restauraciones. La primera, a cargo del imaginero sevillano D. Antonio Eslava Rubio, incluyó una repolicromía. En 1998, el imaginero gaditano D. Luis González Rey realizó una segunda intervención.

Además de su triduo y función solemne, la Virgen del Amparo protagoniza un Rosario por las calles de su feligresía el sábado más próximo al 12 de septiembre, festividad del Dulce Nombre de María. Estos actos, junto a su besamanos y pregón, atestiguan la profunda devoción que "La Guapa de Cádiz" inspira en su ciudad.


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