Una imagen de profunda devoción y tradición
La imagen de la Virgen de los Dolores es una obra de autor anónimo, cuyas primeras referencias documentadas se remontan al siglo XVIII. Se trata de una figura de candelero, lo que significa que el cuerpo está formado por un armazón que se viste con ropajes, dejando tallados únicamente la cabeza y las manos. Estas últimas, dotadas de una expresividad notable, realzan el carácter discursivo y conmovedor de la imagen. La talla se complementa con un valioso ajuar compuesto por ropajes reales y una corona, elementos que han ido variando y enriqueciéndose a lo largo de los años, reflejando el cariño y la devoción de sus feligreses.
Un Patronazgo con historia
La Virgen de los Dolores ostenta el patronazgo del comercio ferrolano, un vínculo que se ha forjado a lo largo de los siglos. Como muestra de esta profunda conexión, el pueblo de Ferrol sufragó en 1946, mediante una cuestación popular, el manto procesional que luce la imagen. Este manto, bordado con el escudo de la ciudad, fue una obra de las Madres Adoratrices de Madrid, y su estreno marcó un hito en la historia de la devoción a la Virgen de los Dolores, evidenciando el compromiso y la generosidad de la comunidad.
La Semana Santa ferrolana, con la Virgen de los Dolores como una de sus protagonistas indiscutibles, se presenta como un periodo de profunda significación religiosa y cultural, atrayendo a miles de visitantes cada año y consolidándose como un testimonio vivo de la fe y la tradición de Ferrol.
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